Todos conocemos a alguien que se transforma al volante. Una persona serena y tranquila se convierte en agresiva cuando otro conductor le hace una maniobra peligrosa. Da igual que sea intencionada o no. Ni la petición de disculpas aplaca los ánimos. Y, esto, que alguna vez lo hemos visto con nuestros propios ojos, acaba de reflejarse en un estudio. Es cierto que los españoles no solemos salir bien parados de los estudios europeos sobre comportamiento en carretera en comparación con conductores de países de nuestro entorno. Pero quizá nunca se había llegado a las cifras tan rotundas que arroja el informe “Influencia de la agresividad en los accidentes de tráfico”, elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS), según el cual 2,6 millones de conductores admiten haberse peleado ya o están dispuestos a hacerlo con motivo de alguna disputa de tráfico. Es más, hasta 3,2 confiesan que han retado a otros conductores a salir del coche y solventar la disputa con algo más que palabras.

Son 1.700 los encuestados, de un total de 26,5 millones de promedio en España. Pero una muestra más que suficiente para concluir que deberíamos cambiar nuestro comportamiento en carretera. Porque casi tres millones de automovilistas, es decir, el 10,9% del censo de conductores total reconoce ser “altamente agresivo” con el volante en las manos. Y, afortunadamente, no siempre se llega al extremo de pelearse. Pero tampoco se deja pasar sin más. Se manifiesta con insultos, gestos ofensivos o incluso con maniobras muy peligrosas como bloquear o intimidar a otros coches, hasta el punto de que unos 100.000 conductores han sido etiquetados como “violentos viales”, es decir, que han causado directamente un accidente por sus conductas irresponsables.

El perfil del conductor con más agresividad

Si eres un hombre joven, de unos 32 años, pierdes más puntos del carné de conducir que la media y viajas habitualmente por vías urbanas, tienes el perfil ideal para ser un conductor agresivo. Y si ya eres murciano o riojano y viajas solo, tienes todas las papeletas para tener algún altercado al volante. Los conductores de estas dos últimas comunidades se consideran como los más irascibles, mientras los gallegos y extremeños son los más tolerantes, aunque los madrileños son los percibidos por el resto (51%) como los más agresivos. Este tipo de perfil, además, muestra mayor agresividad para con conductores noveles y mujeres, con los que tienen menos paciencia y, a menudo, terminan insultando con tópicos.

¿Cuáles son las causas de la agresividad al volante?

Estrés, competitividad, frustración, prisas…hay muchos factores que desencadenan estos comportamientos agresivos. El problema es que la agresividad está detrás de más accidentes de los que pensamos. Conducir de esta manera multiplica por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 la posibilidad de tener un siniestro con heridos graves.

Los atascos fomentan la agresividad al volante

Cuánto más grande la ciudad, más agresivo el conductor. Y esto puede ir estrechamente ligado al estrés, ya sea por familia o trabajo, causa a la que apunta el 20% de los encuestados, por un 15% que apunta a la frustración u ofensa por la maniobra de otro conductor, mientras que un 12% lo justifica con los atascos. Factores todos ellos bastante habituales en las grandes ciudades y sus zonas aledañas. Además, el anonimato que produce la conducción es razón para actuar así para el 41% de los automovilistas; para un 27% es la sensación de velocidad o para un 8% que justifica en la falta de solidaridad al no dejar pasar a otro en una incorporación, mientras que otras causas menos frecuentes son la imitación (piques y rivalidades con otros conductores), refuerzo al ser jaleado por otros ocupantes, reciprocidad de devolver la maniobra o incluso catarsis, a modo de desahogo.

Y tú…¿cómo te comportas al volante?