De camino a tu destino vacacional, es muy probable que pases por una autopista de peaje con tu coche de segunda mano recién comprado en OcasionPlus. La necesidad de acortar en kilómetros el trayecto o hacerlo más rápido y cómodo nos lleva a no dudar en abonar el dinero que cuesta circular por carreteras de pago. Seguramente es algo que no haríamos a diario para ir a trabajar. Pero suele ser un peaje que no vamos a volver a pagar en mucho tiempo, quizá hasta el año que viene o incluso nunca más. Lo incluimos en el presupuesto de las vacaciones y como que nos duele menos. Pero has de saber que no hay un precio ni mucho menos unificado, sino que el importe depende del territorio, de la fecha e incluso de la hora a la que pasemos, con variaciones de hasta un 780%.

Así se desprende del último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), según el cual el Túnel del Cadí en Girona es el tramo de peaje más caro de toda España (11,82 euros), con un coste de 39 céntimos por cada uno de los 29,7 kilómetros recorridos. Le sigue el Túnel de Vallvidriera en Barcelona, con un coste de 25 céntimos para recorrer 16,65 kilómetros, aunque depende del horario costará 3,78 o 4,25 euros, para terminar el podio de peaje más caro con el que transcurre entre Sant Cugat y Manresa, que cuesta entre 5,72 y 10,40, pero en cuya tarifa máxima cuesta 24 céntimos por cada uno de los 41,8 recorridos.

Siempre considerando el coste por kilómetro como baremo. Porque lógicamente hay peajes totales bastante más caros. Es el caso de la AP-68 que transcurre entre Bilbao y Zaragoza, pero que tiene casi 295 kilómetros, por lo que el coste por kilómetro en ese caso es solo de 0,10 céntimos. Y otros ejemplos de autopistas largas de peaje son la AP-7 de Tarragona a Valencia (26,15 euros por 225 kilómetros a 11 céntimos el kilómetro); la AP-2 de Zaragoza hasta la costa del Mediterráneo (24,15 euros por 215,49 kilómetros a 11 céntimos) o la autopista AP-9 entre Ferrol y Tuy (cuesta 20,40 euros por 219 kilómetros totales a 9 céntimos el kilómetro).

¿Y cuáles son las autopistas de peaje más baratas?

En el lado opuesto tenemos como autopista de peaje más barata la de Puxeiros a Baiona, en Pontevedra, cuyos conductores solo tienen que abonar 0,05 euros por cada uno de los 28 kilómetros, para un total de 1,65 euros. Y también económicas salen las de Larraskitu a Santurtzi (de 0,63 a 1,25 euros por 17,8 kilómetros a 0,07 euros) o la de A Coruña a Carballo (cuesta 2,50 euros por 33,1 kilómetros a 0,07 euros el kilómetro). Sin olvidarnos de la AP-4 de Sevilla a Cádiz, la AP-36 de Ocaña a La Roda (aunque depende de la temporada alta o baja) o la AP-7 entre Barcelona y La Jonquera.

La autopista de peaje más cara está en Gerona

El coste del peaje varía en función de la hora, día y temporada

El informe de la AEA del que nos hacemos eco cifra en casi la mitad de las autopistas de peaje las que varían sus tarifas en función de la hora punta, normal o valle; del día si es laborable, sábado, domingo o festivo y de la temporada alta o baja. Y las diferencias son importantes. Por poner dos ejemplos, un conductor que conduzca de madrugada entre las 01:00 y las 07:00 horas por la AP-7 en el tramo Cartagena-Vera, pagará tres veces menos que en las 18 horas restantes del día; o en el caso de la R-4 entre Madrid y Ocaña, cuesta el doble en hora punta a partir de las 07:00 de la mañana de lunes a viernes.

¿Qué pasa si no pago el peaje o no tengo dinero suficiente?

En los últimos meses han proliferado iniciativas e incluso vídeos en Youtube para no pagar peajes, sobre todo en Cataluña, que es donde se concentran los más caros. Pero hay que advertir de que no es una iniciativa recomendable, pues supone una infracción administrativa como cualquier otra infracción de circulación. Los vigilantes de los peajes tienen temporalmente carácter de autoridad hasta que lleguen los agentes públicos competentes y están obligados a denunciar los impagos, imponiéndose siempre su versión de los hechos. La Justicia ha confirmado multas de hasta 100 euros por irse del peaje sin pagar de forma deliberada. Y, en el caso de no tener dinero suficiente ni tarjeta de crédito o débito para abonar el importe, existe la posibilidad de hacer un “reconocimiento de deuda” por el que la persona se compromete a abonarlo con posterioridad.

Fuente: AEA