¿Problemas con tu coche? Descubre cuáles son las averías más frecuentes en los coches
Las averías frecuentes son situaciones que ningún conductor quiere que su coche sufra. Sin embargo, ocurren. Por eso, debes conocer cuáles son las averías más frecuentes que sufren los coches y así poder evitar estos problemas.
En este artículo te vamos a explicar cuáles son las 10 averías más frecuentes que puede sufrir tu coche y qué deberías hacer en ese caso, tanto antes como después de sufrir el incidente.
Índice de contenido
- Las 10 averías frecuentes
- Batería o falla en el sistema de carga
- Problemas en el motor de arranque
- Fugas en el sistema de refrigeración
- Fallo en el sistema de frenos
- Problemas en el sistema de transmisión
- Desgaste o rotura de los neumáticos
- Averías en el sistema de climatización
- Fallo en el sistema eléctrico
- Problemas con el sistema de escape
- Fugas en el sistema de combustible
Las 10 averías frecuentes
El coche, hoy en día, es parte esencial de nuestra vida cotidiana. Nos preocupamos por su correcto funcionamiento, principalmente por nuestra seguridad y comodidad. Además, que ningún coche, por más nuevo que sea, está exento de sufrir alguna avería. Es por lo que conocer las averías más comunes de los vehículos es importante.
Las averías más frecuentes de los coches pueden variar según la marca, modelo y antigüedad del vehículo. Estas son las 10 averías más comunes de los automóviles:
Batería o falla en el sistema de carga
La batería y el sistema de carga son componentes críticos en cualquier automóvil. Estos permiten que funcione el motor de arranque y suministren energía a los diferentes sistemas eléctricos del vehículo. Es un problema grave y es uno de los más comunes.
Algunas de las causas de la falla, puede ser el uso excesivo de accesorios eléctricos, problemas con el alternador, el regulador de voltaje o un mal funcionamiento de la batería en sí.
En este caso, para prevenir este problema, lo mejor es realizar un mantenimiento regular del coche, revisar la carga de la batería y llevar el vehículo a un taller especializado para realizar una revisión periódica del sistema de carga. Sí, ya sufres este problema, lo mejor es llevar el vehículo a un taller lo antes posible, ya que esta falla puede provocar que el coche se detenga y quede sin energía en la carretera.
Problemas con el motor de arranque
El motor de arranque es una de las piezas más importantes de un vehículo. Hace parte del sistema eléctrico y puede ser un punto de falla común. En este caso, cuando hay problemas con el motor de arranque, el coche no enciende o hace un ruido fuerte y persistente al intentar arrancar.
Algunas de las causas de este problema es mantener la llave en posición de arranque durante demasiado tiempo, esto hace que el motor de arranque se sobrecaliente; también, es importante que la batería esté en óptimo estado, ya que, si no se encuentra bien, hace que el motor de arranque no funcione correctamente.
Si ya se presente el fallo, puede ser necesario hacer el cambio del motor de arranque; sin embargo, en este caso, es recomendable llevar el coche a un taller para hacer una revisión y realizar un diagnóstico preciso.
Fugas en el sistema de refrigeración
El sistema de refrigeración es una de las averías frecuentes por no realizar mantenimiento de las piezas en el momento indicado. Puede ser causada por una fuga en el radiador, una manguera rota, una bomba de agua en mal estado, una mala junta de la culata o un termostato defectuoso.
Para prevenir este problema es importante realizar un mantenimiento preventivo del sistema de refrigeración, es decir, revisar el estado de las mangueras y juntas, y revisar regularmente el nivel del refrigerante. También, se recomienda no conducir en condiciones de alta temperatura o exigir demasiado el motor.
Si la fuga ya está, lo ideal es llevar el coche al taller lo antes posible. Ignorar este problema puede causar un sobrecalentamiento del motor y daños mayores en el sistema de refrigeración y otros componentes del motor.
Fallo en el sistema de frenos
El fallo en el sistema de frenos es una de las averías más peligrosas si no se tratan en el momento adecuado. Se puede conocer por ruidos extraños, vibraciones y una respuesta lenta o inusual del pedal de freno. Algunas de las causas son: el desgaste normal de las pastillas de freno, fallo en componentes del sistema o en las líneas de freno.
Para prevenir es importante realizar un mantenimiento regular del sistema, incluyendo revisión y sustitución de pastillas de freno. Es importante no sobrecargar el vehículo, porque esto aumenta la tensión en el sistema de frenos.
Si ya presenta el fallo, lo mejor es acudir a un taller de inmediato. En este caso lo recomendable es cambiar la pieza que se encuentra defectuosa. Por ninguna razón se debe conducir el vehículo con sospecha de fallo en el sistema de frenos, ya que pondrá en riesgo la seguridad del conductor y otros usuarios en la vía.
Problemas en el sistema de transmisión
Los problemas en el sistema de transmisión puede tener diferentes razones, desde fallos en la caja de cambios hasta problemas en el embrague o en los ejes. Una de las principales causas es la perdida de lubricante en la caja de cambios, esto puede provocar daños en las piezas internas y hacer que la transmisión falle.
Para prevenir, es importante revisar y cambiar el aceite de la caja de cambios, según las recomendaciones del fabricante. Además, de tener una conducción suave y evitar cambios bruscos de marcha, esto prolonga un poco más la vida útil del sistema de transmisión.
Lo mejor es llevar el vehículo a un taller especializado para hacer un mantenimiento contante, porque el hacerlo es un sistema que es costoso cambiarlo y es complicado de solucionar.
Desgaste o rotura de los neumáticos
Comúnmente los neumáticos sufren un desgaste o rotura, esto se debe a su uso, principalmente en terrenos difíciles. Para evitarlo, es importante mantener una presión adecuada y rotarlos periódicamente. Además, de evitar conducir con neumáticos en este estado, ya que puede ser peligroso y aumentar el riesgo de un pinchazo o una perdida de control del vehículo.
Si el neumático ya está desgastado o roto, lo recomendable es hacer el cambio lo antes posible. Un neumático en mal estado puede ser peligroso y dañar otros componentes, esto aumentaría el costo de la reparación.
Averías en el sistema de climatización
La avería más común en el sistema de climatización es la perdida de refrigerante, esto causa una disminución en la eficacia del aire acondicionado o calefacción. Para evitar este problema es recomendable realizar revisiones periódicas del sistema de climatización y remplazar cualquier pieza desgastada o dañada.
Si la avería ya se presenta, lo recomendable es llevar el vehículo a un taller especializado, no se recomienda intentar reparar el sistema por cuenta propia, porque esto podría empeorar la situación y causar más daños en el vehículo.
Fallo en el sistema eléctrico
Un fallo en el sistema eléctrico puede tener varias causas, como baterías descargadas, fusibles quemados, alternadores defectuosos o problemas en los cables eléctricos. Para evitar estos fallos, es importante realizar un mantenimiento regular del sistema eléctrico, revisando periódicamente el estado de las baterías, comprobando fusiles y conexiones eléctricas.
En caso de ya tener el problema, lo mejor es acudir a un taller especializado que realicen una revisión completa y reparen la avería. Es ideal realizarlo a tiempo, ya que puede causar más daños el no atender estos fallos.
Problemas con el sistema de escape
Los problemas con el sistema de escape pueden ser causados por dos factores: el escape de gas o un problema con el catalizador. En este caso, para prevenirlo, lo mejor es realizar un mantenimiento regular en el sistema de escape, como reemplazar el silenciador o revisar el catalizador.
En caso de presentar el problema, lo mejor es llevar el vehículo a un taller mecánico para que lo examinen y realicen las reparaciones necesarias. Ignorar este problema puede causar problemas mayores y más costosos.
Fugas en el sistema de combustible
Las fugas en el sistema de combustible son causadas por una manguera de combustible agrietada, una fuga en la bomba de combustible o un tanque de gasolina dañado. Para evitarlo, es recomendable realizar un mantenimiento regular del sistema de combustible, incluyendo la revisión de las mangueras y la limpieza del filtro de combustible.
Si el problema ya se presenta, acércate a tu taller de confianza. El no atender este problema puede causar daños graves en el motor, por eso, es importante resolverlo rápidamente.
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