Aunque se había especulado con la posibilidad de que el límite de velocidad bajara a 80 km/h en carreteras secundarias, al final la rebaja se ha quedado en el término medio, es decir, en los 90 km/h. Una medida que la Dirección General de Tráfico (DGT) aplicará en unos 7.000 kilómetros de vías secundarias a principios del próximo año, concretamente a partir del 2 de enero de 2019. Solo podría cambiar la fecha de entrada en vigor en función de los trámites parlamentarios. Aunque era una propuesta que se iba a materializar antes o después, puesto que ya la planteó el propio director de la institución, Pere Navarro, en una intervención en el Congreso al presentar uno de los últimos datos de siniestralidad en las carreteras.
De hecho, este es el principal argumento a favor de bajar el límite de velocidad en este tipo de vías: los cuatro años consecutivos que llevan incrementándose los datos de muertes en carretera. Solo en los últimos dos se ha pasado de 1.680 fallecidos en 2013 a los 1.830 en 2017. Y, aunque el dato es a nivel global, es en este tipo de vías donde más han aumentado las cifras de fallecidos. Solo el periodo de verano se saldó con 259 muertes en accidentes de tráfico, 34 más que en el mismo periodo del año anterior, de las cuales el 76% se produjeron en carreteras secundarias. De ahí que, con carácter general, se aplique la velocidad máxima permitida de 90 km/h en todas las carreteras convencionales para coches de segunda mano y motos, mientras que será de 80 km/h para autobuses, furgonetas y camiones. Aunque hay excepciones. Cuando haya separación física de los dos sentidos de la circulación, sí podrá fijarse un límite máximo de 100 km/h para turismos y motocicletas, tal y como está vigente en la actualidad.
El incumplimiento de los límites de velocidad seguirá siendo considerado “grave o muy grave”, siendo la principal causa de accidentes en este tipo de vías tan recurrentes en España, puesto que es uno de los países de la Unión Europea con más kilómetros de carreteras convencionales. Así, esta medida no solo busca reducir la siniestralidad en estas carreteras, sino también equipararse al resto de países de nuestro entorno, que tienen en esos 90 km/h el límite de velocidad en la mayoría de casos o incluso todavía más bajo, en 80 km/h.
Además de bajar el límite de velocidad, habrá cambios en el carné por puntos y en los cursos de recuperación
Las modificaciones de la DGT no se quedan en el límite de velocidad, sino que también afectarán al permiso por puntos, que endurecerá las sanciones por circular con el móvil en la mano, que supondrá la pérdida de seis puntos, cuando ahora está en tres. También aumentará la pérdida de puntos por no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o el sistema de retención infantil, que pasarán de tres a cuatro puntos menos en el permiso. Por último, también habrá modificaciones en lo que respecta a los cursos de recuperación de puntos. Los conductores que completen un curso parcial recuperarán ocho puntos en lugar de seis como hasta ahora, mientras que quienes hagan un curso de conducción segura obtendrán dos puntos más en el carné.