Renovar, o al menos intentarlo, no siempre es garantía de éxito, sino todo lo contrario, es muy posible fracasar aunque a veces, merezca la pena intentarlo. Así, cuando empezaron los coches eléctricos a dejarse ver por las calles, muchos fabricantes comenzaron a buscar alternativas para su poca autonomía y poder hacer de esos coches algo interesante, pues comparado con modelos diésel por ejemplo, quedaban en mal lugar por la tardanza en cargar sus baterías y su poca autonomía. Entre los fabricantes con agallas para tirarse a la piscina estaba General Motors, la multinacional americana que ostentó durante muchísimo tiempo el título de “mayor fabricante de automóviles del mundo”. Los americanos lanzaron en Estados Unidos el Chevrolet Volt y en Europa el Opel Ampera, básicamente el mismo coche con distintos anagramas y detalles específicos para cada mercado. Se trataba de un modelo eléctrico con autonomía extendida, es decir, un coche que tenía un motor eléctrico y un motor de combustión interna que hacía las veces de generador para volver a suministrar electricidad cuando la batería se agotaba, que ocurría no más allá de 60 kilómetros. Ese motor de gasolina nunca movía el coche, sólo generaba energía para la batería y siempre funcionaba con su mecánica eléctrica. Así, durante el Salón del Automóvil de Detroit 2013, presentaron el Cadillac ELR.

Cadillac eléctrico

Se trata de un lujoso coupé de estética muy atractiva que tomaba como base partida el Chevrolet Volt pero ofrece más refinamiento, más lujo (incomparable entre ambos) y más potencia, pero la misma filosofía: eléctrico con autonomía extendida. Podía recorrer más de 500 km. si el depósito de gasolina estaba lleno y 60 km. solo con la batería, anunciando consumos cerca de los 2 litros a los 100 km. Muy buena cifra, no hay duda, pero un fabricante llamado Tesla ofrecía casi lo mismo siendo únicamente eléctrico y además, por menos dinero. Evidentemente fue un problema y entre enero y mayo de 2014 únicamente vendieron 300 unidades, unos 60 coches al mes. Muy malas cifras.

En un principio no les importó y para 2015 le dieron un repaso al modelo para ganar en potencia (hasta 233 CV), en autonomía (unos 540 km.) y en lujo y dinámica, pero no ha parecido funcionar. Según el responsable de marketing de General Motors, Uwe Ellinghaus, en declaraciones a “Automobile Magazine”, el Cadillac ELR es una gran decepción, comentando también que la forma de vender el coche por parte de la firma, como un lujoso biplaza, no ha dado sus frutos. Sobre todo, por las comparaciones con Tesla.

Cadillac

Si lo piensas detenidamente, los 59.000 euros que cuesta el Cadillac ELR ciertamente son muchos para las prestaciones anunciadas, aunque el sello de Cadillac lleva implícito el lujo y el refinamiento. La idea también parece buena, usar un motor de combustión interna para alargar la autonomía contaminando lo mínimo, menos incluso que un híbrido, debería haber calado entre los consumidores pero no ha sido así. Quizá Cadillac no sea la firma adecuada para vender este tipo de automóvil, cuando por un precio similar o incluso inferior hay opciones algo más interesantes.

Por eso, desde Cadillac afirman que ahora se centrarán en ofrecer más variantes híbridas enchufables dentro de la gama, ya que no es posible replicar el éxito de Tesla.