Hay muchas asociaciones críticas con la nueva normativa de Madrid Central, puesta en marcha el pasado viernes 30 de noviembre. Sin ir más lejos, la asociación de Automovilistas Europeos Asociados obligó a que la Justicia tuviera que pronunciarse menos de 24 horas antes de su entrada en vigor. Pero otra de las asociaciones más críticas con el plan de restringir el acceso al centro de Madrid es el RACE. Y no porque considere que el plan no es viable o bueno para el futuro de la movilidad en la capital, sino porque no se han llevado a cabo alternativas eficaces y, sobre todo, porque parece haberse obviado el elemento más importante de todos: los usuarios. Así queda reflejado en un estudio del RACE y Goodyear, según el cual, el 70% de los madrileños declara que el coche es imprescindible en sus desplazamientos en el día a día, por lo que la puesta en marcha de los planes tan drásticos y poco consensuados como los del Ayuntamiento de Madrid va a impedir que los ciudadanos realicen sus actividades con normalidad.
La encuesta, con una muestra de 3.000 personas, concluye que los madrileños utilizan el coche 17 días al mes, la mayoría en su día a día, por encima del uso del metro, que se utiliza 11,7 días al mes, el autobús (9,5 días) y el tren (6 días). Además, existen notables diferencias entre los que viven en Madrid capital y los que viven en la periferia. Como es lógico, los primeros utilizan más el metro (14,5 días al mes) y el autobús (11,4 días), en detrimento del coche (15 días) y el tren (5,5 días). Pero son los ciudadanos de la periferia, en los que el RACE pone el foco porque son los más perjudicados en su día a día con la puesta en marcha de Madrid Central. En su caso, utilizan el coche 19,3 días y el tren 7 días, con menos uso del metro (8,2 días) y el autobús (7 días). Además, la encuesta subraya que el 54% de los madrileños usa el vehículo privado al menos 3 o más días a la semana, por encima del metro con el 33%, el autobús con el 25%, el tren con el 15%, y los usuarios de moto con el 5,4%.
El objetivo del consistorio madrileño es promover el uso del transporte público. Pero, ¿por qué no se utiliza más hasta ahora? Más de la mitad de los madrileños que viven en localidades próximas asegura que no utilizan el transporte público por el excesivo tiempo que emplean en los trayectos, seguido por un 26% que critica la mala comunicación y las interconexiones con otros medios. Si utilizaran en su día a día el transporte público exclusivamente, tardarían de media 45 minutos más en cada trayecto. O, lo que es lo mismo, el tiempo equivalente a 42 jornadas laborales más al año. Casi nada.
Los ciudadanos, los grandes afectados en su día a día, según el RACE
Para el RACE, los grandes afectados son los ciudadanos. Y argumenta su teoría en que si no se adapta y mejora el transporte público de la capital, sólo se consigue una disminución de la movilidad, y por lo tanto de la riqueza, ya que perjudicara el comercio y los negocios de la zona afectada. Además, considera que perjudica a las familias con niños y personas mayores, que no pueden moverse bien en transporte público, y menos en bicicleta y que se contribuye a una falta de equidad social: no es justo desde el punto de vista de la igualdad social, ya que se limita el acceso a las clases más desfavorecidas, las que no pueden cambiar a un coche Cero Emisiones o Eco. Por no hablar del fenómeno ya constatado en solo un día laboral de Madrid Central: el efecto frontera. Se incrementan los problemas de atasco en las zonas periféricas y el aumento de las emisiones. No se reducen, solo se trasladan a otra zona de Madrid.
Por lo pronto, el RACE propone para mejorar el día a día de los ciudadanos, cinco medidas urgentes: impulsar medidas que fomenten el cambio a vehículos nuevos menos contaminantes, construcción de aparcamientos disuasorios que facilite el acceso al transporte público de los cuales no se ha construido ninguno de los 8 prometidos en 2015, mejora del transporte público, nuevas soluciones de movilidad, incluidas gestiones telemáticas, incentivos al teletrabajo para las empresas y ayudas a la conciliación de la vida familiar, así como luchar contra otras fuentes contaminantes de viviendas particulares, tiendas, centros comerciales y edificios institucionales.
Foto: Ayuntamiento de Madrid
Gráficos: RACE y Goodyear