Pongamos una situación que podría ser perfectamente real. Hay un peatón cruzando por un paso de cebra en una curva ciega. Llegas con tu coche, el semáforo está en rojo, pero está tapado por algún árbol o, directamente, no lo has visto. Da igual que sea un problema de la vía o tu error. El peligro de atropello existe. Pero tu coche te alerta en el cuadro de instrumentos del volante de que hay una persona cruzando, en especial si sigues circulando o si muestras intención de girar al activar el intermitente. Llegará un día en que el coche directamente se detenga solo o conduzca de forma autónoma con el piloto automático y no haya semáforos, pero de momento no estaría nada mal que los coches se comunicaran con los semáforos. Pues no está tan lejos como piensas. Se ha probado por primera vez en Segovia con un Seat Ateca, en una iniciativa que supone un paso más en el proyecto Ciudades Tecnológicas 5G de Telefónica y Seat para desarrollar las comunicaciones vehiculares V2X (Vehicle 2 everything) sobre redes móviles en un entorno urbano real.
Es solo una de las muchas situaciones peligrosas que se dan en entornos urbanos y ponen en peligro a peatones y ciclistas, dos de los colectivos más desprotegidos según la DGT, que podrían solventarse con esta tecnología que comunica a la infraestructura vial con los vehículos. De igual forma que ya existen coches con reconocimiento de señales a su paso mediante una cámara en la parte delantera del vehículo, el desarrollo de esta tecnología iría en beneficio de la seguridad.
Pero también del cumplimiento de la normativa vial. Porque otra situación habitual es circular por una calle con semáforos en verde y que, de repente, el siguiente cambie a ámbar. La posibilidad de saltarnos el semáforo en rojo es evidente. Pues con esta tecnología de conducción asistida, se avisa al vehículo por parte del semáforo de que va a cambiar a rojo de forma inminente, de tal forma que es el automóvil el que decide, según su ubicación, velocidad y trayectoria, si le da tiempo a cruzar el semáforo. Solo en el caso de que no fuera así, mostraría un mensaje de aviso en el cuadro de instrumentos del coche para que al conductor le diera tiempo a realizar una frenada controlada.
Habrá que esperar, pero no tanto. Para empezar, la tecnología 5G que ha hecho posible esta prueba no estará implantada en Europa y en España hasta el año 2021. Pero en cualquier caso es la prueba del potencial que tiene permitir las comunicaciones vehiculares con semáforos y otras infraestructuras viales haciendo uso de la infraestructura móvil existente, en combinación con sensores adicionales (una cámara de detección de presencia de peatones instalada en un semáforo), con el objetivo de proporcionar información sobre el entorno del vehículo y aumentar la seguridad en la carretera. Porque lo mismo que se comunica el coche con semáforos podría hacerlo con señales de limitación de velocidad, de avisos de curvas peligrosas y de cualquier otra circunstancia de la circulación por carretera.
Fuente: Seat