Si estás buscando una furgoneta de segunda mano, investiga el mercado, fija un presupuesto realista, nunca adelantes dinero y preferiblemente haz la búsqueda en concesionarios especializados para asegurarte de que el vehículo ha sido revisado y está en perfecto estado. ¿Sabes qué pasos debes seguir antes de comprar una furgoneta de segunda mano? Atento:

Ten claro qué tipo de furgoneta necesitas

Es la primera cuestión que debes tener clara para identificar las características que debes buscar en cuanto a capacidad, dimensiones, número de plazas, consumo y prestaciones (GPS, aire acondicionado…). Para ello solo pregúntate para qué la vas a usar, por dónde, si necesitas transportar pasajeros y qué es importante para ti.

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Echa un vistazo a las mejores webs de compraventa de furgonetas de segunda mano y ocasión. Según tu presupuesto, podrás hacerte una idea de tus posibilidades. Haz una lista de las que más se ajustan a tus necesidades para centrarte en esos modelos y opciones.

La documentación, al día

¿Has encontrado una furgoneta perfecta para ti? Pide la documentación del vehículo (en ella comprueba que el número de matrícula y bastidor coincide), solicita un informe extendido a la DGT para comprobar que el vehículo está libre de cargas y sin embargos y verifica cuándo ha pasado la revisión de la ITV.

Solicita una visita para verla en persona

Imprescindible. Además de ver el estado real de la furgoneta podrás identificar pistas que te indiquen si puede ser una buena compra… o no. ¿En qué debes fijarte? Apunta:

  1. El exterior: Te dará muchas pistas de cómo ha sido cuidada. Observa si existe mucho óxido en los bajos, ya que este se extiende muy rápido y pudre el interior de las estructuras. También si hay juntas que no casan bien o si hay diferentes tonalidades de color en la puerta, el capó… que puedan indicar que haya sufrido un accidente.
  2. El interior: Fíjate en el estado de los asientos, el techo y el suelo para intuir el uso y cuidados que se le han dado. Además, verifica si funciona la calefacción, la radio y los extras.
  3. Pregunta al propietario: si ha sufrido algún siniestro, para qué se ha usado (si se ha utilizado para mudanzas o transportar material de mucho peso, posiblemente se hayan dañado los amortiguadores), la causa de alguna imperfección que detectes o si ha hecho alguna reforma de importancia (deberá entregarte los documentos de homologaciones y certificados técnicos).

Prueba la furgoneta. Siempre

Siempre prueba el vehículo antes de comprometerte con la compra. Es la única forma de comprobar su estado y verificar si es lo que esperas, prestando a tus sentidos para detectar ruidos o vibraciones anómalas. ¿Sabes qué debes probar?

  1. Prueba en carretera: Da una vuelta con ella en un trayecto que combine ciudad y carretera para comprobar su comportamiento a diferentes velocidades y con distintas marchas. Además, si puedes probarla en cuesta te ayudará a identificar la verdadera fuerza del motor.
  2. Prueba de la recuperación: Enciende el motor y en punto muerto, pisa el acelerador manteniendo la aguja en 2000 rpm durante 10 segundos. A continuación, suelta el acelerador de golpe y observa si la aguja baja de forma inmediata. Si baja rápidamente es buen síntoma: el motor se recupera correctamente.
  3. Prueba la dirección: En una vía recta, centra el volante y suéltalo para fijarte si se desvía mucho hacia algún lado.

Tras estos pasos, si te has decidido y la furgoneta es de un particular, lleva el vehículo a un taller de confianza a realizar una revisión básica. Si finalmente decides comprar, asegúrate de realizar la transferencia por los cauces legales. ¡Y a disfrutar de tu furgo!