En el refranero español hay uno en especial que siempre ha dado que hablar con detractores y defensores: lo barato sale caro. Muchas veces hemos pensado, con toda seguridad, que se trata de algo que siempre dicen las marcas caras para que les compremos a ellas en lugar de ir a buscar los mejores precios. Ocurre con las marcas blancas en cualquier supermercado, unos dicen que cuando compras las reconocidas sólo pagas la marca, que con las otras tienes lo mismo pero más barato. No vamos a ser nosotros quienes digamos lo contrario, aunque también es cierto que no siempre ocurre así, algo que la OCU se ha molestado en investigar con un estudio cuyos resultados son bastante interesantes. Por ejemplo, que un Dacia Duster es más caro de mantener que un BMW 320d.
Se han analizado un total de 28 modelos, los más vendidos del mercado español, así como los costes de mantenimiento y reparación de cada modelo durante los primeros 100.000 km., sin tener en cuenta posibles averías o imprevistos, únicamente las revisiones periódicas y reemplazo de consumibles. También se ha tenido en cuenta aspectos como el carácter oficial o no de un taller, las tarifas de la mano de obra y la cantidad de horas necesarias para cada operación, algo que influye al final en el precio de la posible reparación. Como dato final, no se tienen en cuenta las posibles ofertas o descuentos que ofrecen las marcas ni los packs de mantenimiento que muchas ofrecen.
Se dice que lo barato sale caro porque al comprar algo de peor calidad, es posible que nos dure menos tiempo y tengamos que adquirir esa cosa en un periodo relativamente corto de tiempo, algo que no ocurre con las cosas caras, teóricamente de mayor calidad y por tanto, más duraderas. En cualquier otro mercado es posible que podamos aplicar esta lógica sin problemas, pero no así en el automóvil, que requiere de un mantenimiento y unas reparaciones que muchas veces cuentan con abultadas diferencias de precios entre “marcas baratas” y “marcas caras”. No obstante, aunque esas diferencias sean muy abultadas, hay otras ocasiones que terminan siendo asumibles por las veces que se tiene que visitar el taller, lo que a la larga, hace que lo caro sea barato.
El mejor ejemplo lo tenemos en uno de los resultados del estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), el que más está dando que hablar en la red. Y es que según la OCU, un Dacia Duster 1.5 dCi sale más caro de mantener que un BMW 320d. El primero tiene un precio de partida de 14.500 euros, mientras que el segundo llega a los 33.100 euros como tarifa más baja. El estudio asegura que durante los primeros 100.000 km., el Dacia Duster tiene que visitar el taller un total de cinco veces, costando 1.400 euros, mientras que el BMW sólo visita el taller tres veces por un coste total inferior a los 900 euros. No se puede negar que se trata de un dato muy llamativo. Y no muy a favor del Dacia Duster.
Pero el Dacia Duster no es el único caso. Hay más y no siempre siendo el coche más barato el más caro de mantener. Por ejemplo, el más barato de todos es el Opel Corsa 1.3 CDTi, que necesita acudir al taller tres veces y sale por poco más de 600 euros, mientras que el Volkswagen Polo 1.4 TDi sale por el doble. El Corsa 1.3 CDTi parte de los 16.155 euros por los 16.735 euros del Volkswagen. Si bien sus tarifas son muy similares, casi parejas, el Polo termina siendo más caro. Pero el que echa por los suelos el refrán “lo barato siempre sale caro” es el Mercedes Clase C, que necesita cuatro visitas al taller y su coste roza por poco los 1.500 euros. El precio del modelo alemán parte de los 35.950 para la versión más básica y por tanto, más barata.
Hay más casos llamativos y que ponen al Grupo VAG como una compañía cuyos modelos salen caros de mantener. Por ejemplo, cambiar un embrague a un Audi A4 supera los 1.000 euros y la diferencia entre un taller oficial y uno independiente en cuestiones de precios es del 51% a favor del independiente. Además, los consumibles y piezas del Volkswagen Golf tienen un precio que duplica los del Ford Focus por poner otro ejemplo.
Javi Martin