Los coches fabricados en China siempre han sido un tema delicado. Por un lado, la capacidad de aquel país asiático para fabricar vehículos es abrumadora, aunque la calidad todavía deja mucho que desear. Muchísimo habría que decir. Pero también tienen acuerdos industriales con grandes marcas como Audi, Land Rover o BMW para fabricar modelos de dichas marcas en tierras chinas, lo que permite el acceso a conocimientos que de otra manera, costaría grandes inversiones de dinero. Por el momento, las incursiones en el mercado europeo no han salido especialmente bien y los flagrantes casos de copias descaradas en su mercado local, hacen que en Europa se les cierren todavía más las puertas. Algo lógico por otra parte, pues aquí los derechos de imagen y la propiedad intelectual es un tema que se lleva a rajatabla. Aunque siempre hay quien se desmarca del resto, busca soluciones y se adentra en lo desconocido, por así decirlo. En este caso, el valiente aventurero se llama Chery y es el mayor exportador de coches de China. Pero ahora todo eso se quiere cambiar con el Exeed TX.
Chery no es un nombre desconocido en el Viejo Continente, ya ha tenido varias intentonas como cuando quiso entrar en el mercado con la marca Qoros. Objetivo que se fue al traste apróximadamente en 2015 cuando apelaron a la excusa de querer centrarse primero en su mercado local. Se trata de una empresa con una capacidad de fabricar más de un millón de vehículos anuales y responsable del 30% de las exportaciones de vehículos chinos. Así que capacidades para sorprender y potencial para hacer las cosas bien, les sobra.
Así lo han demostrado en el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt presentando el Exeed TX. Un ejemplar pre serie de la nueva submarca creada, específicamente, para comercializar automóviles en Europa que debería llegar al mercado a medio plazo. Según declaraciones desde la propia empresa, no es un desembarco instantáneo, sino que todavía quedan cosas por pulir y que dentro de unos años tendrán a la venta la versión definitiva del Exeed TX de las imágenes.
Se trata de un SUV de tamaño medio, con un diseño bastante conseguido y muy lejos del habitual chino, que promete tres opciones de motorización aunque todas ellas electrificadas. Por un lado habrá un híbrido convencional, al que se añadirá un híbrido enchufable y un eléctrico puro. Los dos primeros se basarán en un motor de gasolina con 1.500 centímetros cúbicos de 150 CV, asistido por un motor eléctrico de 115 CV. La batería está incorporada en el chasis y ofrece una autonomía de 70 kilómetros en modo eléctrico, pudiendo recargarse un 80% en 3 minutos en puerto de carga rápida, aumentando el tiempo empleado hasta las cuatro horas cuando se trata de un enchufe convencional de 220 v.
Aseguran que se trata de un modelo pensado para Europa, con un equipamiento tecnológico firmado por los mejores del sector y una calidad de fabricación muy lejos del estándar chino. En Europa la competencia es muy fuerte y se hace necesario cambiar el concepto que se tiene de producción y de producto.
Por el momento no hay fechas de comercialización, ni muchos menos cualquier cosa relacionada con precios. Habrá que esperar a ver cómo se desarrollan las cosas, pero no es ni será, la última vez que un fabricante chino intente meter la cabeza en el mercado europeo. Ya se propusieron impulsar el mercado de segunda mano y lo consiguieron. Tiempo al tiempo.