Hablar de Honda es hablar del Civic, uno de sus modelos más famosos, emblemáticos e importantes para la marca por nivel de ventas y años en el mercado en todo el mundo. Lleva más de cuatro décadas en el mercado y supera las 24 millones de unidades vendidas; el peso dentro del fabricante japonés es inmenso. En España nunca ha sido un modelo de volumen a pesar de ofrecer un conjunto muy completo y capaz, pero con la novena generación ganó adeptos que se multiplicaron todavía más cuando se hizo con el récord de los tracción delantera en Nürburgring. Título revalidado con la décima generación, con un civic Type-R que presume de 320 CV nada menos. Pero no es el Type-R ni su récord en Nürburgring lo que nos ocupa, sino la puesta en escena del Honda Civic sedán en el mercado español.
Es posible que te parezca de lo más normal la inclusión de otra carrocería en la oferta del compacto japonés, pero se trata de un tipo de coche cuyas ventas en el Viejo Continente se reservan a firmas alemanas y se están viendo perjudicados por la masiva oferta SUV.
Actualmente, los sedanes compactos han perdido muchísimo terreno frente a la oleada SUV y sus ventas en Europa son bajas, sobre todo comparadas con mercados como China, donde estas carrocerías tienen un éxito tremendo. Además, este tipo de coche siempre se ha visto en nuestro país como un ‘coche de viejos’ o un ‘coche de papás’, siendo evitados por todos aquellos que buscaban una imagen más ‘juvenil’.
En Honda son conocedores de dicha forma de ver las cosas y ha perfilado un diseño para el sedán que busca evitar esa imagen de coche aburrido, con un tercer volumen bien integrado en la línea del techo, resaltando muy poco. Pero no lo hace pensando en el mercado español, sino en Europa en general, donde una imagen deportiva vale unas buenas ventas. Así, por tanto, da la impresión de ser simplemente un Honda Civic más largo que en definitiva, es realmente lo que representa el Honda Civic sedán. Es 13 cm más largo (hasta los 4,65 m), ampliando la capacidad del maletero hasta los 519 litros.
Curioso resulta ver como el Honda Civic sedán se sitúa muy cerca de los sedanes de tamaño medio, un segmento abandonado por la marca desde 2005, cuando dejó de vender el Accord. Una parcela de mercado que sufrió más que nadie la proliferación de los SUV y el duro golpe de la crisis. Honda no pretende ocupar el lugar dejado por el Accord, pero si consigue ‘robar’ algún cliente de dicho segmento, bienvenido sea.
Argumentos no le faltan precisamente al compacto japonés, sea la versión de carrocería cinco puertas o el sedán, pero como estamos centrados en este último, podemos comentar que sus precios partirán de los 24.940 euros con el motor 1-5 VTEC Turbo de 182 CV. De hecho será el único motor disponible por el momento ofreciéndose con tres acabados (comfort, Elegance y Executive) y con la caja de cambios CVT de siete relaciones en opción.
Este hecho es, desde siempre, uno de los principales problemas de las marcas japonesas. Juegan las mismas bazas o muy parecidas, a las empleadas en su mercado y en el americano, donde la oferta no tiene más de dos o tres motores (el ‘de serie’ y el ‘opcional’). En Europa se apuesta por ofertas mecánicas mucho más amplias donde el diésel, a pesar de cómo se están planteando las cosas, siguen teniendo mucho peso.
Habrá diésel, por supuesto. En Europa este tipo de motor es casi imprescindible aunque Lexus y Toyota estén apostando seríamente por los híbridos y les esté saliendo muy bien la jugada. El motor diésel del Honda CIvic sedán será el mismo que se ha ofrecido hasta el momento, es decir, el 1.6 de 120 CV cuyo funcionamiento es bastante bueno, con una respuesta agradable y unos consumos en la media del segmento.
Comentar y enumerar todos los dispositivos que tendrá de serie sería muy largo y aburrido, pero podemos destacar un sustema: el Honda Sensing, un equipamiento de seguridad que combina información de sensores, radar y cámaras para avisar y asistir a la conducción en situaciones de peligro o colisión inminente. Todo lo que sea aumentar la seguridad, bien venido sea.
‘La creación de esta décima generación del Civic representa uno de los desarrollos más completos y ambicioso que ha llevado a cabo Honda en un modelo nuevo’. Mitsuru Kanya, ingeniero jefe de recursos de I+D.
Honda segura que esta generación del Civic es la más deportiva de la saga, algo que debería notarse en esta nueva variante sedán. Llegaron incluso a afirmar que se hicieron pruebas exhaustivas basadas en valores de referencia en el mundo real, así como análisis y valoraciones de los mejores vehículos de lujo europeos, para establecer objetivos en materia de conducción, maniobrabilidad, dirección, ruido, vibración y rumorosidad, así como en calidad de fabricación y ajuste.
Palabras muy ambiciosas que de ser verdad (y no tenemos motivos para pensar que no lo son) harían del Honda Civic sedán, un coche muy a tener en cuenta en el momento que la oferta de motores aumente.
Javi Martín