Tras la incorporación de los sistemas ADAS en los nuevos vehículos que buscan prevenir un 40 % los accidentes en carretera , la Dirección General de Tráfico (DGT) da un paso más trabajando arduamente para introducir un nuevo reglamento de conducción autónoma. Esta iniciativa se enmarca en el creciente avance de los vehículos autónomos y la necesidad de un marco normativo que garantice la seguridad vial y la movilidad eficiente.

La DGT prevé aprobarlo en los próximos 6 meses

La nuevas implementaciones tecnológicas están cada vez más presentes: el sistema ISA, carreteras auditadas por la IA, o el sistema de frenado de emergencia. Y como esto es solo el principio, la DGT planea aprobar un nuevo reglamento entre el último trimestre de 2024 y el primero de 2025 para regular la conducción autónoma y los sistemas tecnológicos asociados.

El mismo, será un componente crucial del Reglamento General de Circulación, adaptando la normativa existente a los desafíos y oportunidades presentados por la automatización de la conducción. La Jefatura Central de Tráfico ha indicado que el proceso incluye diversas observaciones públicas y consultas con expertos para asegurar que las nuevas reglas sean comprensivas y efectivas.

Principales objetivos del reglamento

  • Seguridad vial: asegurar que los vehículos autónomos operen bajo condiciones seguras para todos los usuarios de la vía.
  • Automatización de la conducción: regular las capacidades de automatización y los niveles de autonomía permitidos.
  • Integración gradual: facilitar la integración progresiva de los vehículos autónomos en el tráfico diario.
  • Movilidad eficiente: promover un uso más eficiente de las carreteras y reducir la congestión.

¿En qué consiste el nuevo reglamento de la DGT?

El nuevo reglamento de la DGT se centra en varios aspectos clave para la conducción autónoma. Entre ellos se destacan:

  • Obligaciones de los ocupantes de vehículos con sistemas de automatización de la conducción.
  • Comportamiento del coche en el tráfico.
  • Anexo: normas y condiciones de circulación de estos vehículos.

Los vehículos autónomos no podrán circular sin el permiso correspondiente expedido por la Jefatura Central de Tráfico, esto se incluirá en el artículo 14 bis.

¿Qué obligaciones asumirán los ocupantes de los coches autónomos?

Los ocupantes de los vehículos autónomos también tendrán responsabilidades bajo el nuevo reglamento de la DGT. Entre las principales obligaciones se encuentran:

  • Supervisión constante: aunque el vehículo opere de manera autónoma, se requerirá que el conductor mantenga una supervisión continua, especialmente en situaciones complejas de tráfico.
  • Intervención manual: en ciertas circunstancias, los ocupantes deberán estar preparados para tomar el control manual del vehículo. Esto es crucial para garantizar la seguridad vial.
  • Cumplimiento de normas: todos los ocupantes deben cumplir con las normas de tránsito vigentes, como el uso del cinturón de seguridad y la prohibición del uso de dispositivos móviles que puedan distraer al conductor.
  • Responsabilidad legal: en caso de un incidente, los ocupantes podrían ser responsables si se determina que no cumplieron con las obligaciones de supervisión y control establecidas por el reglamento.

Estas obligaciones buscan asegurar que, a pesar de la automatización, la seguridad vial no se vea comprometida y que los ocupantes de los vehículos autónomos actúen de manera responsable y proactiva.

Objetivo principal: una movilidad más segura y eficiente

El principal objetivo del nuevo reglamento de la DGT es promover una movilidad más segura y eficiente. Esto se logrará a través de varios enfoques:

  • Reducción de accidentes: al minimizar el factor humano, se espera que los vehículos autónomos reduzcan significativamente los accidentes de tráfico, mejorando la seguridad vial.
  • Optimización del tráfico: la automatización permitirá una mejor gestión del tráfico, reduciendo congestiones y mejorando la fluidez en las carreteras.
  • Eficiencia energética: los vehículos autónomos están diseñados para operar de manera más eficiente, lo que puede contribuir a una menor emisión de gases contaminantes y un uso más racional de los recursos energéticos.