Según las últimas informaciones de fuentes próximas a la Comisión Europea, reseñadas por El Español, ya en verano de 2024 se estarían imponiendo aranceles a los coches eléctricos chinos que podrían ser de varios miles de euros por vehículo. En cuestión de sólo unos meses, en torno al verano, la Unión Europea (UE) comenzará a imponer nuevos aranceles a este segmento de coches provenientes del país asiático.
La intención de este impuesto específico a los coches eléctricos de marcas chinas como BYD, NIO, XPeng, o la de coches MG y otras que están por llegar, sería la respuesta a las investigaciones realizadas por Bruselas, sobre posibles prácticas de competencia desleal, según las cuales los fabricantes chinos consiguen, vender a precios muchos más económicos que sus contrapartes europeos, gracias a las subvenciones que les son otorgadas para este fin.
Gracias a las ayudas gubernamentales dadas a los fabricantes locales en China, estos pueden bajar los precios a los coches eléctricos. De esta forma es mucho más sencillo importar a Europa gran cantidad de vehículos a precios mucho más competitivos, lo que perjudica a los fabricantes europeos y con ello a la estabilidad de miles de empleos en la región, según afirma la Comisión Europea.
Desde Bruselas consideran que esta es una práctica ilegal en la cadena de valor del vehículo eléctrico y por ende desde hace meses se ha puesto el tema sobre la mesa. Ha sido tras la detección de un aumento del 14% en las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China durante 2023, cuando el Parlamento Europeo comenzó sus indagaciones sobre una práctica que consideran, estaría afectando al libre comercio.
La investigación de la UE sobre los coches eléctricos chinos continúa…
Si bien la investigación de la Comisión Europea se inició en octubre del 2023, ésta no finalizará hasta noviembre de este año, cuando sean presentadas las conclusiones. Sin embargo, todo apunta a que sería en junio de 2024 cuando se comiencen a imponer los aranceles a los coches eléctricos chinos.
Eso se debe a que la Comisión Europea ya contaría con pruebas más que suficientes que demostrarían que el gobierno de Xi Jinping está concediendo subvenciones a los fabricantes de coches locales.
Es por ello que Bruselas ya estaría calculando las cuantías de los aranceles y la forma de aplicarlos, pues se trata de un proceso complicado, aunque todo apunta a que serían aranceles por varios miles de euros por cada coche eléctrico chino, aunque por supuesto dependerá de las características de cada uno de ellos.
Como parte de esta decisión de adelantar la imposición de aranceles, la Unión Europea ya ha comenzado desde la semana pasada a registrar todos los coches eléctricos procedentes de marcas cocinas. De esta forma, una vez que se establezcan los importes de los mismos, se aplicarían de forma retroactiva, pero no a los consumidores que compren de aquí hasta que se oficialice la decisión, sino a los fabricantes de vehículos e importadoras que actualmente los envían a Europa.
Reacciones en contra
Como era de esperarse, las reacciones desde China no se han hecho esperar, como es el caso de la Cámara de Comercio del país asiatico, ha manifestado su descontento con las posibles medidas y se ha defendido señalando que si han aumentado sus exportaciones de coches eléctricos chinos, se debe al incremento de la demanda desde Europa.
Así mismo, el sector de la movilidad eléctrica señala que medidas que encarezcan los precios de los vehículos eléctricos, solo dificultan aún más el acceso a estos y abogan por hacer los mismo que China, es decir concede subvenciones a los fabricantes europeos para abaratar los precios.
No todas las marcas europeas piensan lo mismo
Si bien esta investigación europea se inició tras la presión de Francia, ya en su momento los fabricantes alemanes no se mostraban a favor de este proceso. Algo que ha quedado nuevamente en evidencia tras las recientes declaraciones del CEO de Mercedes, Ola Källenius al Financial Times.
De hecho, Källenius ha solicitado a Bruselas la reducción de los aranceles actuales a los coches eléctricos chinos, cuya cuantía actualmente se ubica en el 10%. Mientras que los fabricantes europeos deben pagar un 15% cuando importan sus coches al mercado chino.
La posición del CEO de Mercedes-Benz, es abogar la competencia China como mecanismo para fomentar a largo plazo la fabricación de mejores vehículos eléctricos a largo plazo. De forma directa ha solicitado que no se suban los aranceles, tal como se planea hacer, pues considera que sería proteccionismo la industria automotriz europea. Aunque es importante señalar que Mercedes tiene también intereses en el mercado chino, pues 40% de las ventas de vehículos de la marca Mercedes se producen en China, y las marcas Geely y SAIC, controladas por el Estado chino, poseen una quinta parte de las acciones de Mercedes-Benz.
Por su parte el grupo Stellantis o marcas como Renault, sí que consideran que la industria automotriz europea debe ser protegida ante la competencia china por lo que están a favor de la aplicación de mayores aranceles a los coches, una medida que a todas luces, parece que se concretará a comienzos del verano.