A la reducción del límite de velocidad en carreteras secundarias a 90 km/h que la Dirección General de Tráfico implantará en próximas fechas, se sumará un nuevo límite, en este caso dentro de las ciudades. Porque Interior, por boca de su máximo responsable, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que su departamento trabaja ya para que en 2019 se modifique el Reglamento General de Circulación para limitar la velocidad a 30 km/h en todas los municipios de España. No en todas las vías, pero en la mayoría, ya que la norma solo tendrá excepciones en vías que así lo permitan, generalmente vías de doble sentido y corresponderá a las propias ciudades la decisión de en qué vías permite superar dicha velocidad.

Así las cosas, se pasará de los 50 km/h actuales a una velocidad de 30 km/h en todos los núcleos urbanos, en una medida que nuevamente tiene como objetivo reducir la siniestralidad en accidentes viales que tiene a los ciclistas, motoristas y peatones como principales víctimas, ya que el 46% de los fallecimientos implicaron el año pasado a estos colectivos. Sin ir más lejos, 357 peatones fallecieron en 2017 en vías urbanas, según los datos oficiales y las previsiones apuntan a que, de no tomarse medidas para reducir estas cifras, el número de fallecidos en estos colectivos superará pronto a los usuarios que viajan en vehículos de cuatro ruedas.

La limitación de la velocidad a 30 km/h en las ciudades ya se encuentra efectiva en algunos municipios como Madrid, donde por cierto no está exenta de polémica la entrada en vigor de Madrid Central. Pero según el titular de Interior, han sido los dirigentes de las propias ciudades como Valencia, Zaragoza, Bilbao, Málaga o la propia capital de España, los que han solicitado la puesta en marcha de esta medida.

Además, Interior prepara muchas otras novedades en la normativa que afecta a los usuarios de coches de ocasión de OcasionPlus. Por ejemplo, implantar la enseñanza presencial obligatoria para obtener el permiso de conducir, la bonificación de dos puntos en el permiso por realizar cursos de conducción segura, estandarizar aquellos coches que ofrezcan sistemas de seguridad más efectivos, segregar carriles para distintos tipos de coches, guías sonoras longitudinales o cambiar el diseño de los elementos viales para conseguir una mejor circulación.