No hay que confundir el protocolo anticontaminación con la nueva ordenanza de movilidad. Del primero ya ofrecimos una extensa guía hace unas semanas en el blog de OcasionPlus, pero de la segunda vamos a aprovechar precisamente que hoy 24 de octubre entra en vigor, para dar las ocho principales claves sobre la nueva ordenanza de movilidad sostenible impulsada por el Ayuntamiento de Madrid y que afecta, no solo a coches y motos, sino también a bicicletas y los ya famosos patinetes y monopatines, que tanto han dado que hablar en las últimas semanas. Hoy entra en vigor, por ejemplo, la reducción de la velocidad por regla general a 30 km/h, la obligatoriedad de patinetes y monopatines de ir por la calzada si van a ir rápido y una mayor flexibilización de la circulación ciclista. Pero es necesario entrar en detalle porque hay mucho que aclarar.
- Coches y motos a 30 km/h. en el 85% de la ciudad. Si piensas que viajando en coche por Madrid vas a llegar antes que en Metro, se antoja difícil. Porque de modo generalizado, los vehículos de dos y cuatro ruedas a motor convencionales, coches y motos para entendernos, tendrán que circular a 30 km/h como máximo, con la excepción de calles que tengan varios carriles por sentido o grandes avenidas, que se permite ir a 50 km/h. A ello se suman las calles a 20 km/h, las de plataforma única donde acera y calzada están al mismo nivel, mientras que las calles llamadas “ciclocalles” serán carriles para bici y que están limitados a 30 km/h. para que ciclistas y vehículos convivan.
- Sin señales, pero con campaña informativa global. Este es quizá uno de los puntos más polémicos, porque a partir de hoy con la nueva ordenanza de movilidad, cada conductor debe saber a qué velocidad máxima debe circular en función de la calle en que estés. No habrá señales que lo indiquen. Si acaso carteles informativos generales en paneles. Lo que se traduce en que la Policía Municipal multará a quienes se excedan sin más. Lo que augura no pocas multas y quejas por ello, porque mucha gente va a desconocer la aplicación de la normativa. Eso sí, las multas de radares se quedarán en mero aviso los dos próximos meses, ya que se ha establecido una prórroga para informar sin formular denuncias.
- Llega por fin la regulación de los patinetes, aunque con controversia. Hasta ahora existía un vacío legal con los patinetes, de forma que sus usuarios podían ser sancionados tanto si circulaban por la acera como por la calzada. A partir de hoy, tendrán permitido circular prácticamente por todas las calles de Madrid, las que sean a 30 y a 20 km/h. y por la parte central del carril, así como también por los carriles bici. Sin embargo, a las aceras solo podrán subir los que no tengan motor y no superen los 5 km/h. Y esto es lo que ha generado controversia, porque impedirá el uso de estos aparatos a muchas personas que ya los utilizaban, a los que, una vez llegado al final de una calle y, al no poder entrar a la acera pero tampoco proseguir por la calzada, solo les quedará la opción de andar con el patinete a cuestas o coger otro transporte público.
- Las bicicletas podrán ir en dirección contraria. Es probablemente el punto más polémico de la nueva ordenanza de movilidad y el que más críticas ha obtenido de asociaciones como el RACE porque “va en contra de la formación vial y de los principios de autoridad de las señales de tráfico”. El resumen es que en las calles 20 (es decir, a 20 km/h.) podrán circular en dirección contraria y podrán girar a la derecha con semáforo en rojo. Además, queda prohibido circular por las aceras, con la excepción de niños menores de 12 años. Esto significa que, desde hoy, un menor de 13 años sin ningún tipo de conocimiento de circulación que quiera usar una bicicleta, tendrá que ir por la calzada compartiendo espacio con vehículos, lo que según el RACE es una medida “extremadamente peligrosa”. Para el RACE, todos los conductores deben estar sujetos a las mismas normas, independientemente del vehículo que utilicen, por lo que sostiene que la nueva normativa pone en serio riesgo tanto a conductores de vehículos como a ciclistas.
- ¿Qué es eso de Madrid central? La nueva ordenanza de movilidad establece un espacio limitado al tráfico privado que abarca todo el distrito centro y cuyo perímetro está señalizado ya con una línea roja. Aun está en periodo de aprobación, pero se espera que se impida el acceso a todo coche que no sea residente o sus invitados con un máximo de 20 veces al mes, coches que no sean Cero emisiones o etiqueta ECO o que acudan a un aparcamiento público. El objetivo, que en la práctica ya ocurre en gran medida, es que para acudir al centro se tenga que utilizar transporte público o como mucho usar el coche para ir a un parking. Habrá otras excepciones también para transportistas o accesos especiales para familias con hijos en colegios en la almendra central.
- Las pegatinas medioambientales, obligatorias en seis meses. Como hemos advertido al principio de esta entrada, la nueva ordenanza de movilidad se combina con el protocolo anticontaminación ya en vigor. En él, las etiquetas medioambientales son fundamentales. Pues se da un plazo de seis meses para colocarlas en aquellos coches que la requieran. Después de seis meses, se multará si no se llevan.
- Cada vez menos motos aparcadas en aceras. Se van a crear aparcamientos específicos en toda la ciudad y, mientras tanto, se podrán seguir aparcando en la acera, siempre y cuando se deje un espacio de tres metros en la misma y no se impida el paso de ningún vehículo. En Madrid central quedan muy restringidas, porque el objetivo es dar prioridad a las peatones. Y en el futuro, se espera que esa restricción se extienda a toda la capital.
- Parquímetros también fuera de la M-30 para los no residentes. Deberá desarrollarse en el futuro esta regulación pero el objetivo es instalar parquímetros, previa petición ciudadana, en otros barrios fuera de la zona limitada por la M-30. Actualmente los barrios limítrofes con la almendra central se encuentran saturados.
Como vemos, a partir de hoy convivirán por las calles madrileñas coches, motos, bicis y patinetes eléctricos o a motor y una nueva normativa que va en favor claramente de los residentes, pero que restringe o al menos dificulta cada vez más el acceso a los conductores de la periferia. El problema es que, como dice el RACE, miles de conductores necesitan el coche para sus quehaceres personales y laborales a diario. Y no se están ofreciendo demasiadas alternativas, por lo que denuncia “discriminación” hacia los conductores.