La industria del automóvil es uno de los sectores más importantes del mundo, por ingresos y por generación de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. Las empresas implicadas suelen ser conglomerados internacionales de tamaño considerable y manejan cantidades de dinero surrealistas y las colaboraciones y fusiones entre compañías están a la orden del día. Pero pocas veces suceden movimientos tan importantes para el sector como la compra de Opel por parte del grupo francés PSA, integrado por Peugeot, Citroën y DS Automobiles.
Se lleva hablando sobre este suceso varios días, ha sido capaz de competir en repercusión con el Salón del Automóvil de Ginebra, el evento más importante de Europa en su categoría y uno de los más grandes del mundo en cuanto a novedades y trascendencia en el mercado, donde por ejemplo se presentó el Volkswagen Arteon. Ha sido incluso capaz de superar a dicha feria en importancia pues con esta fusión, el grupo PSA se convierte en el segundo fabricante de automóviles de Europa y el primer fabricante de coches en España, donde tiene dos plantas: por parte de PSA en Vigo y Villaverde (Madrid) y a partir de ahora, otra más en Figueruelas (Zaragoza) por parte de Opel.
La compra ha requerido de muchas reuniones y negociaciones, como cabe esperar, pero finalmente se ha llevado a cabo por 2.200 millones de euros. Por una parte, 1.300 millones corresponden a la compra de Opel/Vauxhall y los 900 millones restantes corresponden a la filial financiera que General Motors tenía en Europa. Dicha compra incluye seis plantas y cinco fábricas de componentes donde trabajan 40.000 personas.
En teoría, esta fusión permitirá sinergias en los negocios de compra, fabricación e I+D valoradas en 1.700 millones anuales y según fuentes de PSA, esperan que para 2020 se esté generando beneficios. El objetivo principal que puede estar bastante lejos, pues a división europea de General Motors lleva generando pérdidas desde los últimos siete ejercicios. En 2015 registraron pérdidas de 813 millones de y en 2016 otros 242 millones. En total, son aproximadamente 14.150’ millones de euros en pérdidas en los últimos 16 años.
Carlos Tavares, presidente de PSA, ha comentado diversas cosas a tener en cuenta. Por un lado, se comprometen a mantener el desarrollo de Opel, a mantener los planes de pensiones de los trabajadores de Opel exceptuando algunos casos en Alemania también ha comentado ciertas cosas sobre las plantas españolas.
‘Sus trabajadores pueden estar tranquilos. Todo el mundo va a tener una oportunidad de demostrar que puede llegar a los estándares de calidad necesarios. Si mejoramos la eficiencia, no necesitamos cerrar plantas’.
PSA se ha apoyado en el banco francés BNP Paribas para la compra de Opel a través de una ‘join venture’ para adquirir la plataforma y servicios de GM Financial, que se encargaba de las operaciones financieras de la compañía yankee en europa. Además, el acuerdo incluye que GM o sus filiales deben suscribir obligaciones de 650 millones de euros con un vencimiento a nueve años, que equivaldría a 39,7 millones de acciones de PSA, otorgando el 4,2% del capital de la empresa francesa, sin que tengan derecho a voto y con la promesa por parte de General Motors a salir del capital de PSA una vez cumplidos los plazos.
Se trata de una de las fusiones más importantes de los últimos años, pudiendo influir en gran manera en las próximas decisiones que se lleven a cabo en el mercado. Mientras tanto, los modelos de Opel seguirán empleando licencias de GM hasta que progresivamente, pasen a emplear tecnología de PSA, lo que ocurrirá en la próxima generación de modelos sin más tardar.