Hay que ver cómo nos gustan a los aficionados los coches potentes y deportivos y si son en color negro, más aún. El negro siempre ha sido un color elegante, pero al mismo tiempo, en según que coches, también un color amenazador y agresivo. Por eso un deportivo de color negro siempre luce, y pocos dirán lo contrario. Es algo que en Porsche saben muy bien, pues tras lanzar los Porsche Boxster y 911 “Black Edition”, coches donde el color negro es el protagonista, le han dado el mismo tratamiento al Porsche Cayman, dotándole de un aspecto agresivo a la vez que elegante. Esa imagen que solo el color negro puede otorgar, aunque también es cierto que algunos detalles del diseño se pierden debido a los pocos brillos que suele tener el negro.
La carrocería luce negra como la noche, pero se pueden incorporar detalles en cromado para darle más contraste y un toque más elegante y no tan agresivo. Las llantas, unas “Carrera Classic” en 20 pulgadas, son lo único que no es completamente negro y quedan genial realzando más la línea del modelo, pues el interior luce igual que el exterior. La tapicería, parcialmente en piel, es completamente negra, al igual que el salpicadero, los paneles de las puertas… toooodo es negro.
No todo se centra en pintar el coche de negro, ponerle unas bonitas llantas y cobrar 13.000 euros más por él (que es el sobreprecio del Black Edition), sino que han añadido más equipamiento procedente de la lista de opciones. Incluye el “Porsche Communication Management”, sensores de lluvia y aparcamiento (estos últimos nunca vienen mal en un deportivo), faros bi-xenon dinámicos (PDLS), climatizador bizona, asientos calefactados, equipo de audio “Sound Package Plus” y unos listones en los umbrales de las puertas con la inscripción “Black Edition”.
En cuanto al resto del coche, es un Porsche Cayman normal, con su motor boxer de seis cilindros y 2,7 litros de 275 CV, su 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y sus 266 km/h. Por supuesto, se le puede añadir el cambio PDK automático de doble embrague.