La Dirección General de Tráfico implantó hace ya 4 años una medida aplicada en otros países de Europa, basada en la instalación de una línea verde paralela a la línea contínua de ambos extremos del asfalto. La iniciativa, que comenzó llevándose a cabo en carreteras de Castilla y León, se ha aplicado en vías de alta siniestralidad a lo largo de toda la red del país, con el objetivo de inducir moderación en la velocidad y reducir los accidentes.
Asimismo, la DGT ha instalado estas líneas en las carreteras donde se producen el mayor número de accidentes con fallecidos: las secundarias. Y es que el 75% de las víctimas mortales del total se producen en estas carreteras interurbanas.
La señalización de estas vías recuerdan constantemente a los conductores que se encuentran en una carretera controlada y así, en un futuro, no sean necesarios estos sistemas de control de velocidad.
¿Cómo son las carreteras con líneas verdes?
Puede parecer paradójico, pero la citada señalización se lleva a cabo en carreteras en las que, aparentemente, el conductor puede percibir la sensación de tener la conducción bajo control. Pero lo cierto es que esta situación provoca que muchos bajen la guardia.
Las características, pues, de estas vías son: vía única y de doble sentido, con largas rectas, sin aparente peligrosidad, en buen estado, con un ancho en torno a los 3,5 metros de ancho y curvas amplias.
Una iniciativa que se ha extendido a varias zonas de la red de carreteras del país.