Ser propietario de un vehículo implica disfrutar de la comodidad de desplazarte a tu ritmo y asumir una serie de responsabilidades, entre las que se encuentra el pago del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, también conocido comúnmente como sello del coche. El tributo, obligatorio para la mayoría de los vehículos matriculados en España, es un requisito anual para poder asegurar que el coche esté al día en sus obligaciones fiscales y pueda circular de manera legal por las vías públicas.

Historia y origen del término “sello del coche”

El sello del coche fue instaurado en 1990 para sustituir al antiguo Impuesto Municipal sobre Circulación. Desde entonces, ha representado una fuente importante de ingresos para los ayuntamientos, quienes lo utilizan para financiar servicios como el mantenimiento de las infraestructuras viales, el transporte público y otros proyectos comunitarios.

El término “sello del coche” tiene su origen en una práctica antigua. Durante los años en los que el impuesto se pagaba presencialmente en las oficinas municipales, los propietarios recibían una pegatina con un número que debían colocar en el parabrisas del coche. Dicha pegatina, conocida coloquialmente como el “numerito”, permitía a las autoridades confirmar y verificar fácilmente si el impuesto estaba al día. Aunque esta práctica desapareció hace décadas con la digitalización de los trámites, el término sigue siendo ampliamente utilizado.

Consecuencias de no pagar el sello del coche

No cumplir con el pago del sello del coche puede tener consecuencias graves, que van desde recargos económicos y problemas administrativos hasta la imposibilidad de vender el vehículo o incluso embargos en casos extremos. Por eso mismo, conocer todos los aspectos relacionados con este impuesto, desde quién debe pagarlo hasta cómo hacerlo de manera cómoda y rápida por Internet, es necesario y casi obligatorio para cualquier conductor.

Si quieres comprar o vender tu coche, pero tienes dudas sobre los trámites, como el pago del sello del coche, en OcasionPlus nos encargamos de todo para que no tengas que preocuparte. Sabemos que el IVTM es uno de esos impuestos que pueden complicar las cosas en la compraventa, pero gracias a nuestro servicio integral, revisamos que todo esté al día y gestionamos el proceso de principio a fin para que no tengas que preocuparte.

¿Quién debe pagar el sello del coche y qué coches están exentos?

El IVTM se aplica a prácticamente todos los vehículos matriculados en España que sean aptos para circular. Aquí se incluyen turismos, motocicletas, furgonetas, camiones, autobuses, caravanas y otros tipos de vehículos similares. Incluso aquellos con permisos temporales de circulación o matrícula turística están obligados a pagarlo. Aun así, hay ciertas excepciones, ya que algunos vehículos no necesitan pagar de este impuesto debido a su naturaleza o uso específico como vamos a ver a continuación.

¿Qué vehiculos estan exentos de llevar el sello del coche?

Por ejemplo, están exentos los vehículos oficiales al servicio de entidades públicas, como los utilizados por la policía o las ambulancias. También están exentos aquellos vehículos destinados al transporte público urbano con capacidad para más de nueve pasajeros, así como los vehículos agrícolas inscritos en la Cartilla de Inspección Agrícola. Otro grupo beneficiado son las personas con movilidad reducida, siempre que su grado de discapacidad sea igual o superior al 33%. Finalmente, los vehículos históricos, es decir, aquellos con más de 25 años de antigüedad registrados como tales, también pueden disfrutar de esta exención.

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Hay que comentar también que, en los últimos años, la transición hacia vehículos más sostenibles ha llevado a muchos ayuntamientos a ofrecer bonificaciones en el pago del sello del coche para aquellos vehículos que generan menos emisiones contaminantes. Los coches eléctricos e híbridos, por ejemplo, pueden disfrutar de descuentos que llegan hasta el 75%, dependiendo de la localidad, unas ventajas que pueden un ahorrarte una cantidad importante y, por ende, fomentar la adopción de tecnologías más limpias para ayudar a reducir la contaminación y cumplir con los objetivos de sostenibilidad. Así que, si tienes en mente desde tiempo comprar un coche eléctrico de segunda mano, este tipo de incentivos pueden marcar la diferencia en tu decisión y tu presupuesto anual.

¿Cómo se calcula el coste del sello del coche?

El coste del sello del coche no es uniforme y varía según el municipio donde esté registrado el vehículo, es decir, son los ayuntamientos los que tienen autonomía para fijar las tarifas dentro de unos márgenes establecidos por la Ley Reguladora de Haciendas Locales. Entre los factores que influyen en el cálculo del IVTM se encuentran la potencia del vehículo, el tipo de vehículo y las características fiscales del propio ayuntamiento.

Potencia del vehículo

La potencia del vehículo, medida en caballos fiscales, es uno de los principales factores que determina el coste del impuesto. Los caballos fiscales son como una medida especial que se usa en España para calcular ciertos impuestos, como en este caso, el sello del coche. A diferencia de los caballos de potencia (los típicos CV que indican la fuerza del motor), los caballos fiscales no tienen nada que ver con la velocidad o la potencia real del coche. En realidad, se calculan con una fórmula que tiene en cuenta el tamaño del motor (la cilindrada) y el número de cilindros. Vamos, que es más una herramienta para clasificar los coches a nivel fiscal que para medir su rendimiento.

Dependiendo de si el coche es diésel o gasolina, la fórmula para calcular los caballos fiscales cambia un poco. Básicamente, cuanto más grande sea el motor, más caballos fiscales tendrá tu coche y, como resultado, más pagarás de impuestos. Por eso, los coches con motores más pequeños suelen salir más baratos en este sentido, lo que también los hace más atractivos para quienes buscan ahorrar tanto en combustible como en impuestos.

Además, el dato no aparece en los anuncios ni en la potencia del motor que suele expresarse en CV o kW, sino que lo encontrarás en la ficha técnica del coche. Así que, tenerlo en cuenta te ayudará a calcular cuánto te va a costar el sello del coche y otros impuestos y no llevarte sorpresas con los gastos recurrentes una vez que seas el propietario.

Ubicación del propietario del coche

Por otro lado, la ubicación del propietario es otro aspecto a tener en cuenta. Un coche de hasta 12 caballos fiscales puede pagar alrededor de 17 euros en Melilla, mientras que en San Sebastián el coste puede ascender a los 85 euros. En Madrid, el precio ronda los 59 euros, y en Barcelona, aproximadamente 64 euros. Además, algunos ayuntamientos aplican coeficientes de incremento sobre las tarifas básicas y eso mismo puede aumentar el importe final.

¿Cómo pagar el sello del coche y qué opciones disponibles hay?

El periodo voluntario para pagar el sello del coche suele situarse entre abril y junio, aunque esto puede variar según el ayuntamiento. Si compras un coche de segunda mano, el impuesto tiene que abonarse en el momento de la compra. Tradicionalmente, los propietarios recibían una carta de pago en su domicilio como recordatorio, pero hoy en día es posible realizar el trámite de manera completamente digital.

Pagar el sello del coche por Internet la una opción más rápida y cómoda que te evitará desplazamientos y largas colas. Para hacerlo, solo necesitas:

  • Acceder al portal web del ayuntamiento correspondiente, buscar el apartado de tributos o IVTM, e introducir los datos del vehículo, como la matrícula y el DNI del titular. A continuación, selecciona el método de pago, que puede ser tarjeta de crédito, débito o banca electrónica y, una vez realices el pago, será importante que guardes el justificante como prueba de que estás al día.

En la compraventa de coches de segunda mano, tener el sello del coche o IVTM al día es imprescindible para evitar problemas. Por eso, en OcasionPlus, nos aseguramos de que todos los coches que ofrecemos cumplan con esta normativa y ayudamos a los propietarios que quieren vender su coche a regularizar cualquier situación pendiente para que, tanto compradores como vendedores puedan disfrutar de un proceso rápido, claro y sin complicaciones. Visita nuestra página web www.ocasionplus.com o llámanos al 900 264 179 y te ayudaremos a resolver todas tus dudas sobre el sello del coche.

En caso de no recibir la carta de pago o de haberla perdido, puedes solicitar un duplicado en la web del ayuntamiento o en sus oficinas físicas. También es posible domiciliar el pago y asegurarte de que el importe se cargará automáticamente en tu cuenta bancaria cada año para evitar olvidos o retrasos.

¿Qué pasa si no pagas el sello del coche?

El impago del sello del coche puede tener consecuencias graves. Aunque los agentes de tráfico no pueden multarte por no haber pagado el impuesto, los ayuntamientos tienen la capacidad de imponer recargos que aumentan con el tiempo. Los recargos pueden oscilar entre el 5% y el 20% del importe total, todo ello dependiendo del tiempo transcurrido desde la fecha límite. En casos extremos, si la deuda supera los 500 euros, el ayuntamiento puede embargar cuentas bancarias o incluso el propio vehículo.

Además, no estar al día con el sello del coche puede complicar la compraventa del vehículo. Los compradores no podrán realizar la transferencia de titularidad si el impuesto no está pagado y retrasar o incluso frustrar la operación. En casos de accidentes de tráfico, algunas aseguradoras podrían negarse a cubrir los daños si el vehículo no cuenta con toda la documentación en regla.

Así que, acuérdate de que el sello del coche es mucho más que un trámite administrativo, es una responsabilidad fiscal con el objetivo de garantizar la legalidad y seguridad en la circulación. Aunque a veces pueda parecer un gasto más, su cumplimiento puede evitar problemas legales y administrativos que podrían complicar tu experiencia como conductor, por lo que mantenerse al día con este impuesto, optar por métodos de pago prácticos y buscar asesoramiento en caso de dudas son algunas de las acciones que demostrarán el compromiso y responsabilidad del propietario con el vehículo.