Todo el mundo conoce la fama de seguridad máxima de todos los modelos fabricados por Volvo. Se trata de una marca que invierte mucho dinero en el desarrollo de sistemas para la protección de ocupantes y usuarios de las vías. Es la compañía que más invierte de hecho, o casi. Además, tienen un objetivo claro: quieren que nadie fallezca a los mandos de un Volvo a partir de 2020. Un objetivo muy loable, pero realmente complicado de lograr por la cantidad de factores que influyen en un accidente de tráfico. Sin embargo, parece que en Volvo han encontrado el camino hacia la excelencia en este apartado, pues según el laboratorio Tachtman Research, no ha fallecido nadie al volante de un Volvo en Reino Unido en los últimos 16 años. Aunque, para ser más concretos, no ha muerto ningún conductor de un Volvo XC90.
El Volvo XC90, lanzado al mercado por primera vez en el año 2002, es el primer SUV de la marca, pero además, también un éxito sin precedentes. De la primera generación del modelo, se vendieron más de 630.000 unidades en 12 años, obteniendo por el camino por el camino el galardón al SUV más seguro del mundo. Un buen comienzo que ha llevado al SUV sueco a convertirse en 2018 en el coche más seguro de Reino Unido.
Desde ese año 2002, nadie ha fallecido en Reino Unido conduciendo un Volvo XC90. Y por aquellas carreteras circulan más de 50.000 unidades de este enorme SUV. Según el estudio publicado, esto se debe a los sistemas de seguridad que la marca ha desarrollado y que, por supuesto, equipa el modelo. Además, destacan especialmente el sistema de ayuda a la frenada de emergencia, que según ellos, es la invención más significativa desde el cinturón de seguridad de tres puntos. Dispositivo, por cierto, que también fue desarrollado por Volvo.
La marca sueca fue uno de los primeros fabricantes en invertir para el desarrollo de este sistema, así como en montarlo en sus coches. Se trata de un sistema que detecta una posible colisión frontal inminente con otro vehículo, un objeto e incluso una persona, ayudando al conductor a mitigar la gravedad del impacto e incluso, pudiendo llegar a evitarlo. Primero, indica al conductor que debe reaccionar rápidamente mediante señales, pero si la reacción no es suficiente o no se ha llevado a cabo con la rapidez necesaria, aplica automáticamente los frenos al máximo de su potencia para evitar el impacto y si no es posible, para mitigar sus efectos.
De hecho, los jueces encargados de llevar a cabo el estudio, han afirmado que la marca sueca va un paso por delante, e incluso dos, del resto de fabricantes, algo especialmente valorado por los conductores. Esto se debe a sistemas como el Cross Traffic Alert o el Turn Across Path, que ni siquiera forman parte del programa EuroNCAP. El primer sistema, sirve asistente al punto ciego de los espejos y avisa de tráfico cruzado cuando se circula marcha atrás. Respecto al segundo, avisa antes de realizar un giro sobre la existencia de vehículos y objetos en el camino.