Hace tiempo que los coches no son solo un mero medio de transporte. Son cada vez mejores en todo. En prestaciones, en seguridad, en calidad y en el número de funciones que incluyen, tanto para facilitar la conducción como la confortabilidad de sus pasajeros. Y, para ello, las marcas recurren a otros sectores para valerse de su tecnología e implantarla en sus modelos. Realidad aumentada para la reparación de averías o predicción de accidentes, impresión 3D para determinadas partes del coche y, por supuesto, todo tipo de tecnologías para garantizar la conectividad de los usuarios. Pues, lo último de lo último es emplear tecnología de aviones de combate (sin llegar a asientos eyectables de James Bond) para mejorar la experiencia de conducción del nuevo Ford Focus, mediante una pantalla “head-up” que facilita que los conductores mantengan la vista en la carretera mientras supervisan parámetros de velocidad, navegación o señales de tráfico que se proyectan en la línea de visión frontal.
Se trata de evitar las distracciones al volante, que son una de las mayores causas de accidentes de coche en el mundo. De igual forma que los pilotos de aviones de combate tienen que estar al tanto de una gran cantidad de datos mientras vuelan a gran velocidad, ahora se traslada esa tecnología a los vehículos de calle. El objetivo es que los usuarios del nuevo Focus no tengan que bajar la mirada, sino ver la información y notificaciones en su rango de visión central. ¿Y diréis? Ya, pero esto ya lo incluyen varias marcas, especialmente de alta gama como Audi, BMW o Mazda con diversos sistemas. Pero el implantado por Ford va un poco más allá.
Porque uno de los problemas que tienen los sistemas “head-up” implantados hasta ahora es que con gafas de sol polarizadas, el sistema no es siempre visible. Hay que tener en cuenta que esta tecnología se basa en el principio de reflexión de la luz, que con una serie de espejos rebota hasta situarse en una posición similar a la que tendría un objeto colocado en el exterior del automóvil y a unos dos metros por delante del capó. Pero eso es algo que se soluciona con el nuevo sistema de Ford “copiado” de los aviones de combate. Mediante un filtro especial y cuidadosamente ajustado, así como un aumento de las ondas de luz, quienes usen gafas polarizadas para evitar destellos de las tardes verano y de las horas con el sol bajo, que causan en España el 5% de los accidentes (al atardecer y al amanecer), podrán seguir visualizando la pantalla perfectamente. Un ejemplo más de que el automóvil está progresando a pagos agigantados. Algo que dentro de unos años nos parecerá normal y corriente. Pero en el que Ford acaba de aportar su granito de arena. Y todo lo que sea seguridad, es bienvenido.
Fuente: Ford Europa