Todos nuestros vehículos se entregan con certificado de kilometraje real y de ausencia de golpes estructurales, algo que comprobamos por múltiples métodos en cada compra de un coche. No obstante, de demostrarse incorrecto, significaría la devolución del importe cobrado al cliente. Del mismo modo, si nosotros compramos un coche y demostramos que tiene vicios ocultos o el kilometraje ha sido trucado antes de llegar a nuestra propiedad, el contrato de compraventa quedará anulado, devolveremos el vehículo a su propietario y pediremos por vía amistosa, o llegado el caso por vía judicial, compensación económica por daños y perjuicios.